Cocinar a la parrilla en el Big Green Egg
Cuando se habla de técnicas de cocción en la barbacoa, la parrilla sería el punto de partida. Una preparación rápida, ideal para un filete jugoso o un sabroso pincho de verduras. La cocina a la parrilla, sin embargo, ofrece más posibilidades de las que piensas. En esta nueva entrada del Blog volvemos a los básicos Big Green Egg, con los pormenores de la parrilla como técnica de cocina.
La historia de la parrilla.
La parrilla es la técnica de cocción más antigua que existe. Después de que la humanidad descubriera cómo hacer y controlar un fuego, se utilizó rápidamente para cocinar. La carne y el pescado se asaban a la parrilla a fuego abierto, haciéndolos más sabrosos y fáciles de digerir y conservar.
En la actualidad, la parrilla y otras técnicas de barbacoa están destinadas en su mayoría a dar a los ingredientes ese sabor tan característico. Es una de las muchas técnicas de cocción por las que el Big Green Egg es tan famoso. La tapa cerrada del EGG permite controlar con precisión la temperatura de la parrilla en su interior y la cerámica asegura un buen nivel de humedad interno, haciendo que los ingredientes resulten más jugosos, incluso cuando son asados a la parrilla.
¿En qué consiste asar a la parrilla?
La parrilla es una técnica de cocción rápida. Los ingredientes se cocinan sobre la rejilla, directamente sobre el calor del carbón. Por eso también se le llama método directo o método de asado directo. La parrilla asegura que tus ingredientes se cocinen sobre el carbón ardiente y el calor de la rejilla (calor por contacto). Al asar con el Big Green Egg también se utiliza el calor de convección en forma de flujo de aire dentro de tu EGG y el que reflecta la cerámica. Por lo tanto, es importante cerrar la tapa después de cada acción y nunca cubrir completamente la rejilla. Esto ayudará a mantener la temperatura deseada y el flujo de aire no se verá interrumpido.
En general, la cocina a la parrilla se realiza a una temperatura entre 180º y 250°C. La temperatura alta hará que la carne resulte sabrosa y bien hecha por fuera, mientras que la mantiene jugosa y tierna por dentro. El calor que emite la rejilla le dará a la carne una agradable marca de parrilla.
La parrilla como técnica de cocción.
Se puede asar casi todo a la parrilla, siempre y cuando los ingredientes no sean demasiado gruesos o grandes. Después de todo, no se debe quemar el exterior impidiendo que se cocine el interior. Asar carne a la parrilla es sencillo. Si el filete tiene más de 5 cm. de grosor, se debe utilizar una técnica combinada.
Hay dos opciones, el sellado a la inversa y el sellado inicial. Para el sellado a la inversa, coloca el convEGGtor entre el carbón ardiente y el bistec como un modo de protección térmica. Esto significa que dejas que el filete se cocine indirectamente a una temperatura más baja durante un tiempo. Luego, retiras el convEGGtor y subes la temperatura para que los filetes consigan un bien acabado exterior con la característica marca de la parrilla.
También puedes hacerlo al revés. Primero sellas el bistec directamente en la rejilla sobre el carbón ardiente y luego colocas el convEGGtor para que se acabe de hacerse a más baja temperatura y calor indirecto. Este sería el método de sellado inicial.
La parrilla perfecta.
Para hacer una parrilla puedes usar la rejilla estándar de acero inoxidable, pero si lo que quieres es conseguir esa marca de parrilla tan característica en tus bistecs, utiliza la rejilla de hierro fundido. El hierro fundido absorbe bien el calor y lo libera a tus ingredientes de una manera muy concentrada gracias a la forma en V de las barras de la rejilla. ¿El resultado? Un sabor intenso acentuado por la característica marca de parrilla.
Para asar productos más delicados o más pequeños, como son los filetes de pescado, mariscos pequeños y verduras cortadas, puedes utilizar una parrilla de cocción perforada. De esta manera, los ingredientes no pueden caer entre las barras y resultará más fácil retirar los ingredientes de una sola vez.
Asar frutas y verduras a la parrilla.
Las frutas y verduras también son muy adecuadas para asar a la parrilla. Al hacerlo, ten en cuenta que las piezas no deben ser demasiado gruesas. Para aquellas que queramos asegurar que se hacen bien en todo su interior, puedes dividirlas por la mitad (como el tomate) e incluso cortarlas en rodajas. Las verduras como el calabacín y la berenjena también se pueden cortar en rodajas.
La fruta no tiene que estar completamente cocinada, lo que perseguimos haciéndola a la parrilla es caramelizar los azúcares presentes de forma natural. La fruta se vuelve deliciosamente dulce y sabe aún mejor!
Consejos generales para asar a la parrilla.
1.- ¿Has asado carne o aves de corral? Cubre sin llegar a envolver la pieza con papel de aluminio y deja reposar de 5 a 10 minutos. Perderá mucha menos humedad al ser cortada.
2.- El pescado es un producto bastante delicado, por lo que es necesario engrasar la rejilla y el pescado poco antes de empezarlo a asar.
3.- Mezcla ligeramente las verduras en aceite de oliva antes de ponerlas en la rejilla, especialmente las variedades más frágiles como la lechuga y la achicoria. Esto permite que se retiren más fácilmente de la parrilla.
¿Te gustaría mejorar tus habilidades de asado a la parrilla? Añade estas recetas que te traemos a tu menú: Chuletas de cerdo y filete de atún a la parrilla.